Pueden verse actualmente, y hasta el 6 de noviembre, en el Museo de Siyâsa dos exposiciones de Ginés Tomás Vicente, ambas muy sugerentes, y que de hecho componen una insólita pareja. Pues no sólo comparten protagonista, sin duda uno de los talentos murcianos más interesantes, sino que además centran la atención en una misma vertiente de su obra, la ciencia ficción.
En esta propuesta artística, el bodegón se ha desdibujado. Al menos su forma no es la misma aunque sí su espíritu. Se trata de un género artístico que tiene sus orígenes en Europa a mediados del siglo XVI, adquiriendo el español personalidad propia. Lo que antes era indistintamente la pintura de flores, frutas, animales y objetos relacionados con la cocina para los clásicos ahora es la reinterpretación de esos mismos elementos para Vicente.
Sus 19 cuadros parecen a primera vista composiciones sencillas con colores planos de fondo, habitados por elementos imposibles: frutas y hortalizas transgénicas, peces de extrañas formas, colores muy vivos. Pero la obra del artista de Las Torres de Cotillas no solo tiene una composición técnicamente impecable sino una profundidad que transforma la cotidianidad de las cosas en algo onírico e irreal.
En palabras del autor, "la intención es hacer pintura de género. Es un guiño al bodegón español". La casualidad ha querido que su obra visitara otra vez el Museo de Siyâsa después de haber obtenido el primer premio del VIII Certamen Internacional de Pintura Toledo Puche.
Extraido de la noticia publicada en la web municipal (ver noticia completa).
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